Resumen
A la sapiencia y excelsa inteligencia de nuestro José MartÃ, no escapó tampoco la medicina, también para servir a los demás. Quien estaba obligado a comprender su naturaleza tan enfermiza, no reparó en sanar las vidas y dolencias ajenas, ya sean del cuerpo o del alma, con el auxilio de muchos amigos médicos, como su entrañable FermÃn Valdés DomÃnguez.